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Como en otro tipo de piercings, el cicatrizado es una parte fundamental del proceso de cuidado para evitar infecciones y promover una cicatrización saludable. Debemos entender que la piel que rodea al ombligo es más propensa a la acumulación de sudor, bacterias y suciedad, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Con esto en mente, apunta estas cuatro decisiones para empezar a ponerlo en práctica de ahora en adelante. Limpieza regular: Es esencial limpiar el área del piercing al menos dos veces al día con una solución salina o un limpiador específico para piercings. Evita el uso de alcohol, peróxido de hidrógeno o cualquier otro producto que pueda irritar la piel. Manos limpias: Siempre lávate las manos antes de tocar tu piercing para evitar la transferencia de bacterias. Ropa adecuada: Usa ropa holgada y transpirable para evitar la irritación y el roce constante con el piercing. Evitar sumergir el piercing: Durante las primeras semanas, evita nadar en piscinas, jacuzzis o cualquier otro lugar donde el agua no sea estéril, ya que esto puede introducir bacterias en la herida.
No obstante, aunque hagamos todo bien, es posible llegar a una situación donde el ombligo se infecte de manera inevitable. Estos son los síntomas que te harán sospechar que hay algo que se está complicando en esa zona del cuerpo. Enrojecimiento y calor: Si el área alrededor del piercing está roja y caliente al tacto, puede ser una señal de infección. Hinchazón y dolor: Una inflamación significativa y dolor persistente son indicativos de una posible infección. Secreción: La presencia de pus, especialmente si es verde o amarillo y tiene un olor desagradable, es un claro signo de infección. Fiebre: Si experimentas fiebre, es una señal de que la infección puede haberse extendido y debes buscar atención médica inmediatamente. ¿Tienes alguno de ellos? Esto es lo que debes hacer.
Si sospechas que tu piercing del ombligo está infectado, resulta crucial no dejar pasar el tiempo y actuar de la forma más rápida y precisa. Y aunque el primer tratamiento lo puedes hacer tú en casa, si la situación se complica, acude a la farmacia más cercana y déjate aconsejar. Limpieza cuidadosa: Limpia el área infectada dos veces al día con una solución salina. Puedes hacer una solución casera mezclando una cucharadita de sal marina en un vaso de agua tibia. Compresas calientes: Aplica compresas calientes sobre la infección para reducir la hinchazón y promover el drenaje del pus. Evitar productos irritantes: No uses productos como alcohol o peróxido de hidrógeno, ya que pueden irritar la piel y empeorar la infección. No quitar el piercing: A menos que te lo indique un profesional médico, no retires el piercing, ya que esto puede causar que la infección quede atrapada en la piel. Antibióticos tópicos: Puedes aplicar una pomada antibiótica suave después de limpiar el área para ayudar a combatir la infección. Consultar a un profesional: Si la infección no mejora en unos días o empeora, consulta a un profesional de la salud para obtener tratamiento adicional. Como puedes ver, prácticamente todo lo que podemos utilizar lo solemos tener por casa. Así que, que no cunda el pánico y actuemos como debemos.
Prevenir una infección es siempre mejor que tener que tratarla. Aquí tienes algunos consejos para mantener tu piercing del ombligo saludable y libre de infecciones: Elegir un profesional con licencia: Asegúrate de que tu piercing sea realizado por un profesional con licencia en un entorno limpio y estéril. Materiales adecuados: Utiliza joyería de alta calidad hecha de materiales hipoalergénicos como el titanio, el acero inoxidable quirúrgico o el niobio. Evitar el cambio prematuro de joyería: No cambies la joyería hasta que el piercing htfgesté completamente curado, lo cual puede tomar varios meses. Mantén el área seca: Después de ducharte, asegúrate de secar completamente el área del piercing para evitar la acumulación de humedad. Evitar el contacto innecesario: No toques el piercing innecesariamente y evita que otras personas lo toquen.
Es crucial saber cuándo es necesario buscar ayuda profesional. Debes consultar a un médico si: La infección no mejora: Si los síntomas persisten o empeoran después de unos días de tratamiento en casa. Fiebre alta: La fiebre es una señal de que la infección puede estar propagándose. Dolor intenso: Un dolor que no disminuye con analgésicos comunes puede indicar una complicación más grave. Secreción excesiva: La presencia continua de pus, especialmente si es de un color inusual o tiene mal olor. Consultar a un profesional médico a tiempo puede prevenir complicaciones mayores y asegurar que tu piercing del ombligo sane correctamente. ¿Tienes alguna duda sobre cómo prevenir o curar las infecciones de tus tatuajes o piercings? Estamos a tu entera disposición. Tan solo pulsa el botón de WhatsApp que tienes más abajo y te responderemos inmediatamente.
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