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Para que un tatuaje sane adecuadamente y conserve sus colores vivos, es crucial seguir una rutina de cuidado específico desde el momento en que sales del estudio de tatuajes.
En muchas ocasiones, por pereza o por desconocimiento, terminamos posponiendo estos sencillos cuidados y así, antes de que nos demos cuenta, nos topamos con las consecuencias.
Pero eso no volverá a pasar. Porque en este artículo tendrás acceso a las recomendaciones generales que sí o sí debes aplicar y el método más efectivo para hacerlo.
Lava el tatuaje suavemente con agua tibia y un jabón antibacteriano suave. Evita el uso de productos perfumados o abrasivos.
Aplica una capa delgada de crema hidratante sin fragancia para mantener la piel humectada. Evita el exceso de crema, ya que puede obstruir los poros.
Evitar el sol: Protege tu tatuaje de la exposición directa al sol, ya que los rayos UV pueden desvanecer los colores. Usa ropa protectora o bloqueador solar una vez que el tatuaje esté completamente curado.
No rascar ni frotar: Durante el proceso de curación, es normal sentir picazón. Sin embargo, evita rascar o frotar el tatuaje, ya que esto puede dañar la piel y afectar el diseño.
Mantenerse hidratado: Beber suficiente agua ayuda a mantener la piel saludable y favorece la curación.
¿Has tomado buena nota?
Entonces, podemos continuar.
El proceso de curación de un tatuaje generalmente se divide en tres etapas:
Inicial.
Intermedia.
Final.
Como te puedes imaginar, cada etapa cuenta con sus propios requerimientos que sí o sí debemos tener en cuenta.
La etapa inicial de curación dura aproximadamente una semana.
Durante este período, es común experimentar:
Enrojecimiento e hinchazón: Estos síntomas son una respuesta natural del cuerpo al trauma de la aguja.
Supuración: La piel puede secretar un líquido transparente o levemente sanguinolento.
Costras: Comienzan a formarse costras sobre el tatuaje, lo cual es una señal de que la piel está empezando a sanar.
Es fundamental mantener el tatuaje limpio y protegido.
Lava suavemente el área dos o tres veces al día y aplica una crema hidratante adecuada.
La etapa intermedia de curación se extiende desde la segunda hasta la cuarta semana.
En esta fase, notarás que:
Las costras se caen: Es normal que las costras comiencen a desprenderse por sí solas.
Picazón: La piel puede picar intensamente. No rasques ni frotes el tatuaje, ya que esto puede causar cicatrices y pérdida de tinta.
Descamación: La piel alrededor del tatuaje puede pelarse y descamarse.
En esta etapa, continúa limpiando e hidratando el tatuaje según sea necesario.
La paciencia es clave, ya que el tatuaje aún está en proceso de curación y necesita tiempo para asentarse.
La etapa final de curación abarca desde el primer mes hasta los tres meses posteriores al tatuaje.
Durante esta fase:
Desaparece la picazón: La picazón disminuye considerablemente.
El tatuaje se asienta: Los colores y detalles del tatuaje se vuelven más claros y definidos.
La piel se normaliza: La piel recupera su textura normal y el tatuaje comienza a integrarse completamente.
Aunque el tatuaje puede parecer curado después de un mes, la piel sigue regenerándose internamente. Continúa cuidando tu tatuaje con hidratación y protección solar.
Para asegurar una curación exitosa de tu tatuaje, considera los siguientes consejos:
Evita sumergirte en agua: Durante las primeras semanas, evita nadar en piscinas, jacuzzis, lagos o el mar, ya que el agua puede contener bacterias que podrían causar infecciones.
Usa ropa suelta: La ropa ajustada puede rozar y irritar el tatuaje. Opta por prendas sueltas y transpirables para evitar molestias.
Mantén una buena higiene: Lava tus manos antes de tocar tu tatuaje para prevenir infecciones.
Consulta a tu tatuador: Si tienes dudas sobre el cuidado de tu tatuaje, no dudes en consultar a tu tatuador para obtener recomendaciones específicas.
Sigue las instrucciones post-tatuaje: Cada tatuador puede tener recomendaciones ligeramente diferentes. Asegúrate de seguir las instrucciones proporcionadas por tu artista para obtener los mejores resultados.
Si notas que tu tatuaje no se está curando correctamente después de varias semanas, es importante tomar medidas inmediatas para evitar complicaciones.
Los signos de que un tatuaje no se está curando bien incluyen:
Enrojecimiento persistente: Si el enrojecimiento no disminuye o empeora.
Inflamación y dolor: Si la inflamación y el dolor aumentan en lugar de disminuir.
Pus o secreción: La presencia de pus o secreciones amarillas o verdes puede ser un signo de infección.
Mal olor: Un olor desagradable puede indicar una infección.
En caso de experimentar alguno de estos síntomas, sigue estos pasos:
Consulta a un profesional: Visita a tu médico o dermatólogo para evaluar la situación. Es posible que necesites tratamiento médico para una infección.
Sigue las recomendaciones médicas: Si te recetan antibióticos u otros tratamientos, sigue las indicaciones al pie de la letra.
Evita auto-tratarte: No intentes tratar una posible infección con remedios caseros sin consultar a un profesional de la salud.
Comunica a tu tatuador: Informa a tu tatuador sobre los problemas que estás experimentando. Ellos pueden ofrecerte consejos adicionales y ajustar sus técnicas en futuras sesiones.
A partir de ahí, lo más importante es realizarte el tatuaje en un centro donde te den todas las indicaciones posibles.
En la mayoría de los casos, la falta de cuidado se debe a un desconocimiento sobre cómo actuar.
Teniendo, por tanto, un peso tan claro y relevante las indicaciones que recibamos cuando decidimos qué queremos que brille por siempre en nuestra piel.
¿Te quedaste con alguna duda o te gustaría ponerte en contacto con nosotros? Simplemente, pulsa en el botón de WhatsApp que encontrarás un poco más abajo y te responderemos inmediatamente.
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